Isaías Córdoba fue emboscado y asesinado por una patota cuando regresaba junto a su familia de observar la tradicional quema de muñecos de Año Nuevo en la capital bonaerense.
La Policía Bonaerense detuvo este martes a Maximiliano Tobías Molina, de 19 años, acusado de haber matado de un tiro en la cabeza en las primeras horas del año a Isaías Córdoba (14), a quien emboscaron mientras regresaba junto a su familia de observar la tradicional quema de muñecos de fin de año en La Plata.
Según le informaron fuentes policiales a Infobae, Molina se encontraba escondido en el barrio Malvinas, de la localidad de Melchor Romero, y fue aprehendido cuando intentaba huir.
Anteriormente, horas después del crimen, ya había sido detenido Alan Damián Pérez (27), quien participó de la emboscada e hirió de un puntazo a Brandon Córdoba, de 16 años y hermano de Isaías.
Según había logrado reconstruir la agencia Télam, Brandon discutió con Pérez durante la celebración y, al emprender la vuelta, él y su hermano fueron emboscados por un grupo de, al menos, cinco personas en la intersección de 50 bis y 157, en la localidad de Lisandro Olmos.
La patota comenzó a agredir a los hermanos. De acuerdo a la declaración de testigos, en medio del ataque, Molina extrajo un arma de fuego y le disparó en la cabeza a Isaías, quien cayó herido en el lugar. Tras un llamado al 911, agentes de la Comisaría 14ta. llegaron a la escena y cargaron, con la ayuda de vecinos, al adolescente malherido en la caja del patrullero. Lo trasladaron al Hospital de Melchor Romero, pero cuando llegaron al centro de salud, era tarde: Isaías ingresó muerto.
Las fuentes agregaron que, tras el homicidio, vecinos y allegados a la víctima se acercaron a la casa del presunto homicida, en la intersección de las calles 50 y 158, y la prendieron fuego.
Un penitenciario asesinado frente a sus hijos por querer atravesar un festejo
Una fiesta de Año Nuevo terminó de la peor manera en Ituzaingó. Un grupo de vecinos había cortado una calle para celebrar la llegada del 2024, pero ya entrada la mañana una discusión terminó con la muerte de un agente del Servicio Penitenciario Bonarense (SPB) que intentó pasar con su auto y fue asesinado a tiros delante de sus hijos.
Con las primeras luces del nuevo año, Marcelo Orlando Villalba, de 49 años, llegó con su vehículo hasta la cuadra de Maestra Muñoz al 2000, entre Pérez Quintana y Los Matreros, de la mencionada localidad bonaerense. Una vez allí, se encontró con que un grupo de personas bailaba en la calle y le impedía el paso. A pesar de ello, intentó pasar, lo que desencadenó una reacción violenta por parte de quienes interrumpían el tránsito, quienes le golpearon el auto.
Villalba, con sus hijos en la parte trasera del auto, bajó e inició una discusión. Lo que no esperaba era que la respuesta fuera a tiros. Uno de los disparos hirió al penitenciario de gravedad en una pierna. Si bien lo trasladaron al Hospital Bicentenario de Ituzaingó Norte, no lograron salvarle la vida.
Según le informaron fuentes policiales y judiciales a la agencia de noticias Télam, hay un hombre detenido como sospechoso del crimen, al tiempo que se busca a otro ya identificado, quien habría sido el autor del disparo mortal. Se cree que el aprehendido fue quien le entregó a su hijo el arma homicida.
El hijo, que habría sido el autor del disparo, se encuentra aún prófugo y es intensamente buscado. Sobre la víctima, las fuentes dijeron que se desempañaba como administrativo en el SPB.